La dislexia en adolescentes: ¿aún estamos a tiempo de encontrar un camino?

joven escribiendo con una taza de café al fondo

“…empezamos a ver a nuestro hijo en los términos de su propia singularidad. Vimos dentro de él capas y más capas de potencial que iban a dar sus frutos con su propio ritmo y velocidad. Vimos que nuestro rol natural consistía en afirmarlo, disfrutarlo y valorarlo. Dejamos de tratar de hacer con él un duplicado de nuestra propia imagen o de medirlo en comparación con ciertas expectativas sociales. A medida que pasaban semanas, meses, fue desarrollándose en él una tranquila confianza; se estaba afirmando a sí mismo.”

Stephen R. Covey, 2015 (Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva).

Existen varios motivos por los cuales los padres nos preocupamos por la evolución y el desarrollo de nuestros hijos, pero lo que más nos angustia es cuando nos citan del liceo para comunicarnos que el rendimiento de nuestro hijo no es el esperado. Hoy en día creemos que podemos controlarlo todo. Cuando sabemos que algo anda mal a veces pensamos lo peor y tardamos en realizar una consulta.
Dentro de los problemas de aprendizaje, la Dislexia, provoca un trastorno en la lectura que se sitúa sustancialmente por debajo de lo esperado en función de la edad del adolescente, la escolaridad correspondiente a su edad.
Si la dislexia se diagnosticara a una temprana edad, el pronóstico es satisfactorio en la mayoría de los casos.

Ya que la lectura es una habilidad del lenguaje, cuando un adolescente, tiene dificultades para leer o para comprender lo que lee, nunca debe considerarse tarde para mejorar esta situación de desventaja.

Existe una estrecha relación entre comprensión, producción y uso del lenguaje oral con la lectura, escritura y deletreo.
Este conocimiento es fundamental para lograr resultados efectivos en la enseñanza superior.
Hoy en día la mayoría de los problemas en la lectura son atribuidos a dificultades iniciales con el nombre de conciencia fonológica.
Numerosas investigaciones, procedentes de las neurociencias han demostrado que el principal problema de los adolescentes con dislexia está en el reconocimiento de la palabra, más concretamente en la habilidad de decodificación fonológica.
La conciencia fonológica es la capacidad de reconocer la secuencia de sonidos que integran la palabra hablada, y de comprender que esos sonidos en un determinado orden pueden formar palabras que tienen un significado.

La dislexia no aparece en la adolescencia ya que la misma existe desde el inicio del aprendizaje de la lectura y escritura y se mantiene por el resto de la vida.

Las consecuencias que se observan cuando no se realiza el tratamiento adecuado en el momento oportuno, y el no entender estos trastornos , provoca una baja autoestima, y una gran resistencia al aprendizaje, pudiendo incluso verse conductas agresivas o estados depresivos, como respuesta a una sociedad que marca el fracaso sin ofrecer otros caminos.


¿QUÉ CARACTERÍSTICAS GENERALES TIENE LA DISLEXIA?

*es una condición de base orgánica neurológica conformada por la dificultad severa del aprendizaje de la lectura (acompañada de la escritura)
*generalmente con una base hereditaria
*lectura con errores: inversiones, sustituciones, inversiones, omisiones, de letras, sílabas o palabras.
*se observa una mayor incidencia en el sexo masculino con respecto al femenino.
*al leer se pierde en decodificar las palabras.
*se cansa.
*tiene gran dificultad para abstraer el significado de lo que lee.
*va de la mano a esta dificultad una disortografía específica
*dificultad para el aprendizaje de lenguas extranjeras
*al escribir en forma espontánea se observan mayor cantidad de errores ortográficos que en otros usos de la escritura.
*dificultad para ordenar frases y expresarse con los términos precisos.
*en participaciones orales les va bien, es una de sus fortalezas.
*generalmente tienen talento para otras actividades: música, teatro, deportes, etc.
*se les dificulta poner los pensamiento en palabras.
*dejan oraciones incompletas.
*la escritura es variable y a veces ilegible.
*se dificulta el manejo del tiempo.
*tienen dificultades con razonamiento escritos, álgebra o matemáticas avanzadas.
*buena memoria a largo plazo para experiencias, lugares y rostros.
*mala memoria para situaciones que no han experimentado.

Un adolescente puede tener cualquiera de estas características mencionadas, pero sólo mediante un diagnóstico psicopedagógico podemos hablar de una dificultad específica como lo es la Dislexia.

Recordemos que el adolescente por las características propias de su edad, necesita sentirse a la par de sus compañeros y en muchas ocasiones el hecho de “ser disléxico” es tomado por él mismo como una muletilla para obtener ventaja ante determinadas situaciones. Pero esta situación sólo nos está advirtiendo de la existencia de algunos síntomas de alarma presentes en ellos como el aumento de ansiedad, aparición de conductas regresivas, aumento de la fatiga, desinterés por el estudio ya que ante el esfuerzo no logran los resultados esperados, disminución de la autoestima lo que produce un aumento de la inseguridad.. .
Es común escucharlos decir “no puedo hacerlo”, “no soy capaz”, “no me sale”, esto conduce a una retroalimentación negativa.

¿CÓMO PUEDEN AYUDAR LOS PADRES UNA VEZ DIGNOSTICADA LA DISLEXIA?

El papel que tienen que cumplir los padres de adolescentes disléxicos quizás sea el más importante: el de apoyo emocional y social. Él debe saber que sus padres comprenden la naturaleza de sus problemas de aprendizaje.
Es necesario que la ansiedad en los padres no aumente los problemas en el adolescente, generando dificultades emocionales secundarias.
Deben tener muy claro que su hijo puede tener éxito, y no tener miedo al intentar un desafío.
El éxito puede suponer una cantidad de trabajo extra, pero si le hacemos ver que, con la ayuda necesaria podrá compensar su dificultad, seguro lo logrará.
Sucede a veces que los padres han tenido dificultades similares y que han sufrido mucho en la escuela, por tanto son los que ejercen una mayor presión, consiguiendo resultados diametralmente opuestos al pretendido.
Es primordial evaluarlo con su propio nivel, esfuerzo y rendimiento. El desafío es no pasar a la sobreprotección.
Una vez que el adolescente es diagnosticado, es esencial el logro de un verdadero compromiso no sólo por parte del adolescente, sino de su grupo familiar (que en definitiva debe funcionar como contenedor de la situación), así como de la Institución Educativa a la que concurre.
Un tratamiento pedagógico es realmente eficaz cuando todas las partes ponen lo que les corresponde de sí para que el cambio se efectúe.